Cuando el fantasma eres tú
Presence es una película que nos invita a mirar más allá del recurso típico del “fantasma en la casa”. Aquí somos el fantasma, y vivimos la historia desde su perspectiva.
Esto nos coloca en la experiencia de una mente atrapada en un instante de culpa. La cámara en primera persona nos convierte en esa presencia que observa a la familia, sus patrones y su día a día: favoritismos, tensiones adolescentes, secretos y dinámicas disfuncionales que revelan cómo la falta de verdadera presencia entre los miembros corroe las relaciones poco a poco. Lo que vemos es una vida familiar “en automático”, sin comunicación auténtica entre ellos.
Tyler, un chico egoísta e inconsciente, presenta a un desconocido a su hermana y la expone a un peligro de consecuencias irreparables. La noche del ataque, logra despertarse (guiado por su propia presencia futura) y se sacrifica por ella.
El bucle espectral no es otra cosa que la repetición de ese instante: una mente que revive su error una y otra vez, intentando repararlo. El sacrificio se vuelve entonces un acto de redención en una mente atormentada: proteger a Chloe y, a la vez, liberarse de la culpa de haberla puesto en esa situación.
Lo inquietante no es el fantasma, sino descubrir cómo la mente insiste en mantener vivo un pasado, proyectándolo sin descanso hasta que se elige verlo de otra manera. Presence es, en última instancia, una paradoja: el terror no proviene de la presencia espectral, sino de la ausencia de verdadera presencia y comunicación entre los miembros de una familia.
La película parece ilustrar aquella definición de la maravillosa película El espinazo del diablo:
“¿Qué es un fantasma? Una tragedia condenada a repetirse una y otra vez. Un instante de dolor, quizá. Algo muerto que parece por momentos vivo. Un sentimiento suspendido en el tiempo, como una fotografía borrosa, como un insecto atrapado en ámbar. Un fantasma, eso soy yo.”
Os dejo con el enlace a la publicación en Instagram, en colaboración con El Cuaderno de Jennifer.
Nos vemos en la próxima reseña.
