Reseña espiritual de “Origen” desde UCDM: ¿Y si todo esto es un sueño?
“¿Y si todo lo que percibimos es solo un sueño dentro de otro sueño, diseñado por el ego para que no despertemos?”
La película Origen (Inception), dirigida por Christopher Nolan, nos propone una estructura de sueños dentro de sueños. Y aunque a nivel narrativo juega con la mente, desde la mirada de Un Curso de Milagros, podemos usar esta película como una metáfora del sistema de pensamiento del ego.

El mundo como proyección
En UCDM se nos recuerda que el mundo no es más que una proyección de la mente dividida, una ilusión fabricada para mantener la separación con Dios. Tal como Cobb y su equipo crean sueños compartidos para manipular la percepción de los demás, el ego fabrica este “mundo” para convencernos de que estamos atrapados en algo irreal y externo a nosotros.
“El mundo que percibes no pudo haber sido creado por el Padre, pues el mundo no es tal como tú lo ves. Dios creó únicamente lo eterno, y todo lo que tú ves es perecedero ” UCDM – T.11.VII.1:1-2

La culpa inconsciente como motor del sueño
Desde un punto metafísico la trama gira en torno a la culpa que Cobb arrastra por la muerte de su esposa. Esa culpa, no asumida del todo, aparece una y otra vez en los sueños como una figura vengativa que arremete con furia contra él y todo lo que le rodea. En UCDM, la culpa inconsciente por la separación es el núcleo del sistema del ego. Todo lo inconsciente que no se saca a la luz de la conciencia y se entrega al Espíritu Santo, se manifiesta una y otra vez como “problemas” (conflictos) en el sueño. Estos problemas pueden tomar diferentes formas (escasez, abandono, enfermedad…), pero todos pertenecen al mismo conflicto original: la culpa de la separación de nuestra verdadera naturaleza (Dios). Esta culpa arraigada en todos nosotros, es la causante de todos «nuestros males» en nuestra experiencia. Antes de venir aquí diseñamos nuestro Plan de Vida minuciosamente para poder trascender dicha culpa. Luego, firmamos el olvido y «bajamos a la Tierra», para ver si somos capaces de despertar al engaño.
Pues si crees que el mundo que construiste tiene el poder de hacer de ti lo que se le antoje, estás confundiendo Padre e Hijo, Fuente y efecto. (T.21.II.11:5)

Los niveles del sueño como capas del ego
Cada nivel de sueño en la película representa una capa más profunda de identificación con la ilusión. Y cuanto más profundo es el sueño, más real parece. La Realidad parece ahora más lejos que nunca, un vago recuerdo de lo que una vez fuimos; tan lejano que nos parece que nunca existió. Es por esto que Cobb y su equipo deben descender varios niveles en el sueño para poder tener éxito en su misión: introducir un pensamiento en la mente del soñador.
El ego hace lo mismo: en su descenso tras la separación, genera múltiples niveles dentro de la ilusión (percepción), que refuerzan la creencia de que esto es real y que “escapar” no es posible. Es como estar dentro de un laberinto, que está dentro de un laberinto y a su vez dentro de otro… Un mecanismo de defensa brutal que podría parecer infranqueable, ya que el camino de salida es tan difícil de descifrar por nosotros mismos desde «el olvido» que incluso te lleva a creer que el mundo es real, y que el mundo espiritual solo está en tu imaginación. Este sistema prácticamente garantiza que tirarás la toalla y no seguirás adelante con tu trabajo de sanación. Pero sólo Dios es Real, y nunca podremos olvidarnos de nuestra naturaleza completamente.
«No caminas solo. Los ángeles de Dios revolotean a tu alrededor, muy cerca de ti. Su Amor te rodea, y de esto puedes estar seguro: yo nunca te dejaré desamparado.» (L.Ep.6:6-8)
Dios no se olvida de sus Hijos, y únicamente su Plan para la Salvación tendrá éxito.

El tótem como símbolo del Espíritu Santo
Cobb lleva un trompo que le permite saber si está en un sueño o en la vida real. Desde UCDM, el tótem sería el símbolo del Espíritu Santo: esa guía interior que nos recuerda la verdad incluso dentro del sueño, más allá de la forma. Si la dinámica del ego sigue “girando” es que aún estás soñando.
«El Espíritu Santo mora en la parte de tu mente que es parte de la Mente de Cristo. Él representa a tu Ser y a tu Creador, Quienes son uno. Habla por Dios y también por ti, ya que está unido a Ambos. Por consiguiente, Él es la prueba de que Ambos son uno solo.» (MM.Cl.6.4:1-4)
Te dejo con la publicación de la reseña resumida en Instagram y con un reel con una escena muy ilustrativa.
Nos vemos en la próxima reseña.
